Usar joyas de ámbar te da energía durante todo el día.
Espiritualmente, la gente considera que el ámbar es el guardián del amor y la fidelidad. Aporta felicidad y posee cualidades curativas. El ámbar es cálido al tacto y transmite un olor relajante cuando se lleva en la mano. Algunos incluso creen que el ámbar puede atraer el amor.
Cuando el ámbar arde, impregna un olor resinoso y un humo aromático, que puede resultar familiar de las ceremonias de la iglesia. El ámbar se quemaba durante el parto para limpiar el aire y algunos antiguos creían que el ámbar podía mejorar la vista si el poseedor lo miraba. Inicialmente, la gente colgaba interesantes formas de ámbar en correas de cuero para decoración, protección y buena suerte.
El ámbar irradia una energía cálida y brillante, transmuta la energía negativa en positiva para calmar y centrar las emociones, alivia el estrés, fortalece la confianza, alivia el comportamiento excéntrico y la ansiedad.
Aunque las propiedades curativas del ámbar no han sido validadas por ningún estudio científico, en las leyendas se menciona que el ámbar cura todo tipo de dolencias y enfermedades. Resina fósil que contiene ácido succínico, que es una sustancia terapéutica multipropósito. Usaron la piedra porque creían que ofrecía protección y mejora de sus habilidades curativas.